jueves, 26 de diciembre de 2013

Cochinillo

He puesto un caldo de gallina en el fondo de la bandeja del horno, un buen chorro de vino blanco seco, unas hojas de laurel y una ramita de romero. Ir reponiendo a medida que haga falta. No es ortodoxo, pero la salsa queda mejor y el vapor... es vapor, a fin de cuentas...
No es fácil acomodar el cochinillo en la rejilla del horno... Ahora lo pincelamos completamente con manteca de cerdo y sal gruesa.
Protejemos las orejas y el rabito con papel de aluminio y ponemos el horno a 160º C. Tendremos que pincelar de nuevo de vez en cuando, pero solo con manteca; la piel no debe mojarse nunca, para que quede crujiente.
Al cabo de unas tres horas, pincelamos de nuevo, subimos la temperatura a 190º C y le damos el toque crujiente definitivo.
Recogemos el líquido de la bandeja, lo colamos y servimos en salsera aparte. Acompañar con ensalada de lechugas y cebolla, compota de manzana, pure de castañas, ciruelas pasas...

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