¿Sorprendente? Para mí si. Hace poco descubrí este modo de hacer castañas que os recomiendo...
Dar un corte (o dos) en la piel dura de cada castaña.
Ponerlas a freir en un buen aceite de oliva (ojo que pueden saltar, sobre todo si los cortes en la piel no están bien hechos)
Al rato, a ojo, más vale más que menos, las sacais con una espumadera y las poneis en papel de cocina.
Si
están en su punto, cuando las peleis, saldrá la telilla interior al
mismo tiempo que la cáscara externa. Vaso de vino y a disfrutar del
otoño...
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